A través de no revelar el contenido VERDADERO del tercero secreto de Fátima, vosotros y vos dos predecesores, habéis traicionado a Jesucristo y a su Santa Madre María.
De este modo, las palabras de Nuestra Madre María a La Salette están realizadas:
“Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del Anticristo”.
El secreto VERDADERO de Fátima, revelado por Jesús mismo a un sacerdote en el Líbano en 1970, contiene, en esencia, los dos siguientes elementos dramáticos que habéis ocultado por miedo y por diplomacia. Habéis sacrificado entonces el testimonia que debéis a Cristo y a María Inmaculada:
- El Anticristo, esta Bestia del Apocalipsis (Apocalipsis 13) aparecerá. Es el Estado de Israel. (Esta es la razón por la que la Virgen María pidió que el secreto fuera revelado en 1960. No se habría entendido antes de esa fecha, ya que este estado no fue proclamado que en 1948).
- El Vaticano negará la fe a través de tomar partido del Anticristo. (Eso es lo que habéis hecho señor el Papa a través de proclamar “God bless Israel” y a través de lamentar en Jerusalén al frente del Muro de lamentaciones. Habéis hecho, por miedo de los hombres y de ser acusado por ellos de antisemitismo, lo contrario de lo que os fue ordenado por el Cielo).
Tiene razón la Virgen Inmaculada, Madre nuestra, de haber revelado a La Salette que el Anticristo “nacerá de una religiosa hebrea, de una falsa virgen… (símbolo de Israel); su padre será obispo”, también había declarado, para denunciar la complicidad del Vaticano.
De hecho, Juan explica que “el Anticristo es el que niega que Jesús es el Cristo” (1 Juan 2,22). Sabéis bien que este es el caso del estado sionista de Israel que niega que Jesús sea el Cristo y que todavía está esperando un mesías político-militar que establecería el Gran Israel del rey Solomon. Este rey recibía cada año ” 666 talentos de oro, las contribuciones de los mercaderes, las ganancias de los comerciantes y de todos los reyes árabes”, revela la Biblia (1 Reyes 10,14-15). Por eso, la cifra simbólica de la Bestia apocalíptica, “666” se refiere al peso del oro recogido por Salomón. Y “Que el inteligente calcule la cifra de la Bestia” añade el Apocalipsis (Apocalipsis 13,18), es decir, reconocerá su identidad (para más detalles ver el texto “La Llave del Apocalipsis”).
¡Habéis perdido la inteligencia, la fe y el coraje en el Vaticano!
El Estado de Israel, como Juan explica, es “esta Bestia que estaba (por el pasado) no es más (cuando Juan escribió el Apocalipsis, fue destruido por Tito en el año 70) y subirá del Abismo… pero para ir a la ruina”. Aquí se levanta, esta bestia que os ha seducido, “Los habitantes de la tierra, cuyo nombre no fue inscrito desde la creación del mundo en el libro de la vida, se maravillarán…” (Apocalipsis 17,8), como vosotros.
A través de reconocer la identidad de la primera Bestia del Apocalipsis 13, será fácil de reconocer la segunda bestia que le apoya y le exige al mundo (Apocalipsis 13,11-17).
Denunciamos el fracaso de la jerarquía y del clero de la Iglesia católica que se convierten en “Pozos negros de impureza” según la Virgen Inmaculada en La Salette. Jesús ya está de nuevo entre los fieles creyentes, esas vírgenes sabias que se han despertado al grito de medianoche, “¡Ya está aquí el novio! ¡Salid (de esta iglesia) a su encuentro! (a través de denunciar el Anticristo)” (Mateo 25,6). Por lo tanto, es Jesús mismo quien dirige los suyos. Los suyos son los que reconocen la identidad del Anticristo, esta primera bestia del capítulo 13 del Apocalipsis. A través de perdonar sus pecados, Jesús mismo en realidad hace sus sacerdotes de un nuevo sacerdocio (Apocalipsis 1,6), el de la Jerusalén celestial, donde no hay más templo material, “porque el Señor, el Dios Todopoderoso, y el Cordero, es su Santuario” (Apocalipsis 21,22). Jesús ya está de vuelta. Se une a la cena con todos aquellos que lo escuchan tocar a su puerta y los que le abren inmediatamente para cenar con él y el con ellos en la intimidad de los hogares, lejos del culto eclesiástico que el salvador rechaza a partir de ahora (Lucas 12,35-40 / Apocalipsis 3,20). Esta es la Restauración Universal profetizada por Pedro (Hechos 3,19-21).
Pero despreciáis las profecías evangélicas y mariales, en contra de los preceptos de Pablo: “¡No extingáis el Espíritu, no despreciéis las profecías! No apaguen el Espíri! “(1 Tesalonicenses 5,19-21)
Los Apóstoles de los tiempos Ultimos, anunciados por María a La Salette, ya están a la obra para tomar el control del testimonio para Jesús, el único Mesías y por el corazón Inmaculado de María, las dos violados por vosotros y vuestra jerarquía maldita ahora superada.
Llamamos a todos los verdaderos creyentes a unirse al Cristo a través de disociar de vosotros y del clero traidor, “estos pozos negros de impureza” y de cometerse en contra del Anticristo, que con vuestra “bendición” sigue a crucificar hoy a Jesús, ante sus ojos, a través de rechazarlo como Mesías obstinadamente. Engañan entonces Judíos, Cristianos y Musulmanes.
Debemos tener el coraje, la fe y el amor de Jesús para, como lo requiere el Apocalipsis, “profetizar OTRA VEZ contra muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes” (Apocalipsis 10,11), esta multitud a la cabeza de la que vosotros estéis, señor el Papa Juan Pablo II, disfrazado en mártir.
Nosotros os desafiamos, Señor el Papa, y vosotros “los pozos negros de impureza”, sus colaboradores al Vaticano y en otras partes, os desafiamos, sí, en el Nombre del Cristo Vivo, os desafiamos de contradecir por las Escrituras santas y par las recientes revelaciones de la Inmaculada Madre de Dios, lo que en sus santos nombres, os enviamos.
Pierre (05.03.2005)